Votar hasta que duela

Manuel Cabieses Donoso

Punto Final


Los ricos están más ricos que nunca, así que no sé cuánto más se van a enriquecer con Piñera ”.
(Escritora Isabel Allende, 17 de diciembre 2009) .

En ningún otro momento del último medio siglo la derecha estuvo tan cerca -como ahora- de apoderarse del gobierno mediante el voto ciudadano. Las elecciones del 13 de diciembre dieron al empresario Sebastián Piñera una ventaja de 14 puntos sobre el senador y ex presidente Eduardo Frei: 44,05% contra 29,60%. Sin embargo, a medida que se acerca la segunda vuelta del 17 de enero, el panorama comienza a cambiar. Bajo la superficie triunfalista de las encuestas y de los medios de comunicación, asoman de nuevo -en ayuda de la Concertación- las maltratadas reservas de voluntad democrática para enfrentar al poder oligárquico. Se trata de la última línea de defensa de una coalición de gobierno extenuada por sus inconsecuencias, sus querellas internas y la corrupción de muchos de sus funcionarios y representantes. Sin embargo, a falta de una alternativa popular y democrática, transformadora de la sociedad, que aún no logra emerger, la Concertación de Partidos por la Democracia representa el “mal menor” capaz de contener la voracidad de una oligarquía arrogante e inescrupulosa. Don Dinero pretende administrar el poder total en Chile, enmascarando su dictadura con el voto obtenido a través de la manipulación de las conciencias, tal como soñó el pinochetismo con su Constitución de 1980, todavía vigente.

Un poco de historia

La tentación del gran empresariado por administrar la suma del poder político, social y económico tiene ya su historia, en el Chile moderno. El primer intento -casi exitoso- lo hizo en 1938 el millonario especulador de la Bolsa y ex ministro de Hacienda, Gustavo Ross Santa María. Pero fue derrotado en forma estrecha por el abogado y profesor radical Pedro Aguirre Cerda, candidato del Frente Popular (radicales, socialistas y comunistas) que alcanzó el 50,26% contra 49,33% de Ross. En 1952, otro empresario -fundador de una de las principales fortunas del país-, Arturo Matte Larraín, trató también de imponer su riqueza para ser elegido presidente de la República. No tuvo éxito, pero consiguió 27,81% de los votos. Fue derrotado en forma contundente por un ex dictador (1927-31), el general (r) Carlos Ibáñez del Campo (46,8%), que también superó al radical Pedro Enrique Alfonso (19,95%) y al socialista Salvador Allende Gossens (5,44%), que hacía su primer intento de llegar a La Moneda. En 1958, un empresario -con más pergaminos que Piñera- ganó la Presidencia de la República. Jorge Alessandri Rodríguez, presidente de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) y de la poderosa Confederación de la Producción y el Comercio, independiente afín al Partido Liberal, hijo del ex presidente Arturo Alessandri Palma (1920-25 y 1932-38), obtuvo 31,2% de los votos. Superó en forma estrecha al socialista Salvador Allende (28,91%), al democratacristiano Eduardo Frei Montalva (20,75%), al radical Luis Bossay Leiva (15,43%) y al diputado independiente Antonio Zamorano Herrera, ex cura de Catapilco (3,36%). En el Congreso Pleno el Partido Radical -el partido de la Masonería- votó por Alessandri, dándole la espalda al hermano Salvador Allende, ex ministro de Aguirre Cerda.

El gobierno de los gerentes

La receta de Jorge Alessandri fue trasladar al gobierno los métodos de administración de la empresa privada para “gerenciar” la crisis que vivía el país. Por eso su administración fue conocida como el “gobierno de los gerentes”. Desde luego, la gran empresa -nacional y extranjera- fue beneficiada con las medidas de ese gobierno. Aunque representante de la oligarquía, Alessandri practicaba una forma de vida sobria y mesurada, bien distinta de la ostentosa conducta del actual candidato de la oligarquía. Alessandri vivía en un departamento de la calle Phillips, frente a la Plaza de Armas, y caminaba diariamente hasta La Moneda. Los fines de semana los pasaba en una parcela cerca de Santiago a la que viajaba en su automóvil particular. Aún no llegaba al país el huracán financiero del neoliberalismo que más tarde traería la dictadura militar-empresarial, agudizando la desigualdad y provocando la transnacionalización de la economía. En el período post dictadura, otro empresario, Francisco Javier Errázuriz, intentaría comprar el sillón de O’Higgins. En 1989 obtuvo poco más de un millón de votos (15,43%), pero fue superado por el heredero de la dictadura, el ex ministro de Hacienda Hernán Büchi (29,40%), y por el democratacristiano Patricio Aylwin Azócar (55,17%), cuya presidencia inició la ronda de gobiernos de la Concertación que se prolonga hasta hoy.

La Concertación en cifras

El sucesor de Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, no tuvo problemas. Fue elegido en 1993 con mayoría absoluta: 57,98% (4 millones 40 mil 497 votos). Pero de nuevo un empresario y candidato de la UDI trató de ganar la Presidencia: Arturo Alessandri Besa (24,41%), sobrino de Jorge Alessandri, ex cónsul de la dictadura en Singapur. Entretanto, José Piñera Echenique, hermano de Sebastián, ex ministro de la dictadura, alcanzó el 6,18%. Este Piñera fue el creador de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que entregaron al capital privado nacional y extranjero los fondos previsionales de los trabajadores chilenos. Parte considerable de esos recursos, unos 50 mil millones de dólares, los han invertido las AFP en el exterior, sobre todo en Estados Unidos. Además, como ministro de Minería, José Piñera promovió la Ley Minera que abrió las puertas a una inversión extranjera que casi no tributa en el país. Solamente en el año 2006 las compañías extranjeras del cobre ganaron 20 mil millones de dólares. Esas utilidades son colosales si se considera que superan las inversiones brutas en la minería de Chile en los 30 años anteriores. El caso más escandaloso son las ganancias de la minera La Escondida, una empresa australiana. Finalmente, como ministro del Trabajo de la dictadura, José Piñera fue autor del Plan Laboral, un conjunto de normas que hicieron polvo los derechos y conquistas de los trabajadores chilenos, desarticulando la organización sindical. Pero la situación de la Concertación se hizo difícil a partir de Frei. Su sucesor, Ricardo Lagos Escobar, ex radical, militante part time del Partido por la Democracia (PPD) y del Partido Socialista, no alcanzó la mayoría absoluta en 1999. Llegó sólo al 47,96% (3.383.339 votos). Pisándole los talones estuvo el candidato de la UDI, Joaquín Lavín (47,51% y 3.352.199 votos). La candidata comunista Gladys Marín logró 3,19% y el humanista Tomás Hirsch 0,51%. Aunque la dirección del PC llamó a anular o votar en blanco en la primera experiencia de balotaje, gran parte de su votación apoyó a Lagos, que ganó por nariz (51,31%) a Lavín (48,69%). Las dificultades concertacionistas se repitieron el 2005, enfrentando a una derecha dividida. La socialista Michelle Bachelet obtuvo 45,96% contra 25,41% de Sebastián Piñera (Renovación Nacional) y 23,23% de Joaquín Lavín (Unión Demócrata Independiente, UDI). La suma de los candidato de la derecha superaba a Bachelet (48,64% contra 45.96%). Pero esta vez el Partido Comunista, que había apoyado al humanista Tomás Hirsch (5,40%), llamó a votar por Bachelet. El PC le presentó algunas “condiciones”, entre ellas la reforma de la Constitución y el cambio del sistema binominal, temas de la legislación laboral y de protección del medioambiente, aceptadas de inmediato por la candidata y su comando. De esa forma -aunque Hirsch llamó a votar nulo- Michelle Bachelet pudo derrotar a Piñera por 53,50% contra 46,50%. Así llegamos a la sombría situación que hoy encara la Concertación. Sin dudas el peor resultado de uno de sus candidatos presidenciales es el 29,60% que el 13 de diciembre obtuvo Eduardo Frei. Deberá definir en segunda vuelta con un Piñera que se presenta con el 44,05%. Sin embargo, surgen dudas si ese porcentaje es el máximo que puede alcanzar el candidato de la derecha, o si tiene posibilidades de crecer succionando la votación de Enríquez-Ominami, de la cual nunca estuvo muy distante. Los propios analistas de la derecha, luego de la euforia inicial, han advertido que la fortaleza de Piñera puede ser una ilusión óptica. En efecto, su 44,05% es inferior al porcentaje alcanzado por la derecha en 1989, 1999 y 2005. Asimismo, parte considerable de la votación de Marco Enríquez-Ominami (20,13%), proviene de la Concertación y de sectores de Izquierda que votarían por Frei ante el peligro de una victoria de la derecha. El desplazamiento de votos hacia el candidato de la Concertación ya comenzó con el Juntos Podemos (Partido Comunista, Izquierda Cristiana y Socialistas Allendistas) que el 20 de diciembre oficializó su apoyo a Frei. El candidato presidencial del JP, el socialista Jorge Arrate, aumentó en 60 mil los votos del sector y obtuvo 6,21% (430.824 votos) que reforzarán a Frei.

La erosión ideológica de Chile

No obstante, se mantiene en pie la amenaza de que la derecha gane el 17 de enero. No sólo por la contundencia de su propaganda que incluye los medios de comunicación más influyentes del país. Ellos se encargan de mantener viva la imagen de triunfo irreversible de Piñera. Asimismo, es un hecho que hay una percepción de agotamiento de la Concertación y un deseo de cambio que no se expresa con coherencia programática. Por ahora se orienta a reclamar “caras nuevas”, una demanda poco consistente que ningún sector político atiende hasta hoy. Sin embargo, Piñera y la derecha “enchulada” la han capitalizado y reclaman por el “cambio”, sobre todo después del eclipse de Enríquez-Ominami. En rigor, una eventual victoria de Piñera sería producto de un largo proceso de erosión ideológica y política, que ha preparado el terreno -después de la terrible experiencia de la dictadura- para que el país asimile un gobierno de derecha. La responsabilidad de ese proceso, destinado a borrar la voluntad democrática del pueblo, se debe al efecto en la conciencia y la cultura chilena de la economía de mercado que implantó la dictadura y que ha perfeccionado la Concertación. Esta suicida política económica y cultural, ha destrozado los cimientos humanistas y solidarios de partidos como el Socialista y el Demócrata Cristiano. A eso hay que añadir la acción desplegada por la propia derecha, orientada a hacer creer que ya no existen ideologías ni tendencias políticas y que hay un solo sistema económico, social y cultural posible: el sistema capitalista. Esa línea estratégica de la propaganda de la derecha, cultivada por sus medios de comunicación, por sus centros de investigación y universidades, fue asimilada por la Concertación, que la hizo suya. Lo mismo sucedió con el movimiento “díscolo” de Enríquez.Ominami que creyó en el espejismo de un pacto social que superaría las contradicciones de clase y las diferencias ideológicas, dormidas pero más profundas que nunca. Lo de Enríquez-Ominami fue un pastiche en que ricos y pobres, explotadores y explotados, conservadores, liberales y socialistas, cohabitaban en un mismo proyecto. A la Izquierda también cabe responsabilidad en la indigencia ideológica, política y cultural a que nos arrastraron la dictadura, la Concertación y la derecha. No sólo se ha prolongado (y agravado) el mosaico que fragmenta a las fuerzas populares. Sus sectores más sólidos no han sido capaces siquiera de dedicar esfuerzos serios a la formación política y a la propaganda anticapitalista, prioritarias en este período. Un tufillo fascistoide brota así de la operación política y mercantil que ha tratado de lavar el cerebro de los chilenos. Su instrumento principal es la UDI, cuyos 40 diputados la convierten en el principal partido de Chile. Su bancada parlamentaria refleja un audaz trabajo desplegado en la base social por la extrema derecha, heredera sin remilgos de la dictadura militar. Ejemplo de aquello es que Piñera recibió el 42,31% de los votos en las diez ciudades con mayor desempleo del país y el 51,02% en las diez comunas con mayor tasa de pobreza, entre ellas las comunas mapuches. (Estudio estadístico de El Mercurio, 15 de diciembre). Es cierto que en el plano de la economía, salvo terminar de privatizar lo que han dejado la dictadura y la Concertación, un gobierno de Piñera no se diferenciaría mucho de uno de Frei. Pero habría cambios regresivos en otros ámbitos. Por ejemplo, en derechos humanos. Dictaría una amnistía para militares ya condenados o se interrumpirían los procesos de otros criminales y torturadores. En el ámbito sindical se impondrían la flexibilización laboral y otras medidas para debilitar el movimiento de los trabajadores. La represión a la lucha social sería aún más dura. Detrás de una pretendida defensa de la “seguridad ciudadana”, se levantaría un Estado policial. Piñera se declara admirador del gobierno de Colombia y de sus métodos. Visitó Colombia en julio de 2008 y recorrió ese país en el avión presidencial, acompañando a Alvaro Uribe y al entonces ministro de Defensa, José Manuel Santos, hoy candidato presidencial. En octubre pasado, Santos envió a Chile a tres miembros de su comando, Juan Carlos Echeverry, Tomás González y Santiago Rojas, para estudiar la campaña y el estilo de Piñera. “Los problemas en Chile y Colombia no son tan distintos. A ambos países les preocupa la seguridad ciudadana y el gasto social en salud y educación”, declaró uno de los asesores de Santos. El gobierno de Uribe ha generado el más delicado problema que hoy enfrenta América Latina al firmar con EE.UU. un convenio que resigna la soberanía colombiana para permitir la instalación de siete bases militares norteamericanas. Si Piñera es elegido presidente, alineará a Chile junto a Colombia y otros países de la región que han arriado la bandera de la dignidad latinoamericana. Peligrosa tendencia que viene tomando fuerza a partir del golpe de Estado en Honduras, y que busca configurar un bloque contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (Alba). La peligrosa situación interna y regional que se crearía si la derecha gana las elecciones en Chile, legitima la necesidad de cerrar el paso a esta maniobra de la oligarquía. La realidad indica que no hay otro camino que votar por Frei… Y ponerse a trabajar en una alternativa de Izquierda que permita librarse del cepo del “mal menor”.

(Editorial de “Punto Final”, edición Nº 701, 24 de diciembre, 2009)
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La derecha, a la reconquista de La Moneda




En su última visita a Chile, el 16 de septiembre, José María Aznar acompañó a Sebastián Piñera durante una jornada de trabajo político en la Universidad Católica y expresó su deseo “ferviente” de que el candidato de la Coalición por el Cambio sea el próximo presidente de este país. Aznar esgrimió dos motivos para proclamar su apoyo al representante de la derecha y no al de la Concertación, Eduardo Frei (dirigente del Partido Demócrata Cristiano, aliado tradicional del Partido Popular): la necesidad de la alternancia después de veinte años de gobiernos de la Concertación y el “insólito” acuerdo alcanzado por la coalición gubernamental con el Partido Comunista (una lista compartida para las elecciones legislativas con los objetivos de elegir diputados comunistas por primera vez desde 1973 y lograr una mayoría suficiente frente a la derecha para emprender las reformas democráticas pendientes).

Con el impulso de gobernar las principales ciudades (Santiago, Valparaíso, Concepción, Viña del Mar) y el apoyo incondicional de los grandes medios de comunicación y del poder financiero y económico, la derecha aspira a lograr su primera victoria en unas elecciones presidenciales desde 1958, cuando Jorge Alessandri abrió un interregno de seis años entre los cuatro presidentes radicales y el populista Carlos Ibáñez y los periodos reformista de Eduardo Frei Montalva y revolucionario de Salvador Allende. En las dos últimas décadas, sólo en 1999 Joaquín Lavín logró forzar un empate técnico en la primera vuelta con Ricardo Lagos, pero el apoyo en elballotage del electorado comunista otorgó a Lagos la Presidencia, como también sucedió en enero de 2006 con Michelle Bachelet, quien derrotó precisamente a Piñera.

Todas las encuestas conceden a Sebastián Piñera una clara pero insuficiente victoria en la primera vuelta de hoy y trazan un escenario lleno de incógnitas para la segunda, que tendría lugar el 17 de enero y en la que su rival será probablemente el ex presidente Eduardo Frei o el independiente Marco Enríquez-Ominami, cuya inopinada irrupción probablemente pondrá fin a un sistema político bipolar impuesto con el final de la dictadura en 1990.

Piñera es una de las personas más ricas de América Latina. Según el economista chileno Hugo Fazio, se estima que cuenta con activos que rondan los mil millones de dólares sólo si se contabiliza su participación en sociedades anónimas donde figura entre los doce principales accionistas. Los mascarones de proa de su poder económico son la compañía aérea Lan y el canal Chilevisión. Hijo de un destacado militante democratacristiano, economista formado en la elitista Universidad Católica y con estudios de postgrado en Harvard, entre sus primeros negocios estuvo la introducción en el país de las tarjetas de crédito a finales de los años 70. En el decisivo plebiscito del 5 de octubre de 1988 fue una de las contadas personalidades de la derecha política y económica que, como las fuerzas democráticas, votó contra la permanencia de Pinochet en La Moneda durante ocho años más.

Ahora bien, tanto desde el mundo sindical como desde el movimiento de derechos humanos, desde la izquierda como desde la Concertación, advierten de que su victoria supondría una involución en los avances democráticos conquistados a lo largo de estas dos décadas y una concentración peligrosa del poder político, económico y mediático. Porque, en definitiva, Piñera es el candidato de una derecha que se forjó en la sedición contra el socialismo democrático y revolucionario de Salvador Allende, asumió y participó en el proyecto político, económico, cultural y social impuesto por la dictadura militar, ignoró las sistemáticas violaciones de los derechos humanos y aún hoy las relativiza. De hecho, el 10 de noviembre se reunió con más de mil militares jubilados en el Círculo Español y les prometió el final de los procesos judiciales por los crímenes de lesa humanidad cometidos por los agentes de la dictadura, que hoy afectan –según cifras proporcionadas por el Gobierno- a 768 represores procesados, de los que 276 ya están condenados y 53 están cumpliendo penas de presidio.

Sebastián Piñera es militante de Renovación Nacional (RN), que agrupa a los sectores más aperturistas de la derecha, y en estos comicios cuenta también con el apoyo del otro gran partido conservador, la Unión Demócrata Independiente (UDI), una peculiar fuerza creada en los años 80 por Jaime Guzmán, ideólogo del “gremialismo” (el movimiento de masas de la burguesía contra Allende) y principal arquitecto de la “democracia protegida” que Pinochet implantó y que sólo ha sido parcialmente desmontada a lo largo de estos veinte años. Una mirada al directorio de la UDI y también a los históricos de RN conduce a los tiempos más oscuros de la dictadura y esa memoria ha sido un obstáculo hasta el momento insalvable para la derecha.

Es muy probable, pues, que el candidato de la Coalición por el Cambio obtenga hoy la primera mayoría, pero el 17 de enero no le será fácil superar el 46,5% de los votos que ya obtuvo en 2006 contra Michelle Bachelet o el 48,7% que Joaquín Lavín alcanzó en enero de 2000 frente a Lagos, cuando la derecha se quedó a menos de 200.000 votos de reconquistar La Moneda.

Con Piñera en la Presidencia y un gabinete liderado por la UDI y RN no sólo se endurecería el modelo neoliberal, se aplazarían las reformas democráticas y se reinstauraría la impunidad de los asesinos y torturadores de la dictadura. Además, Chile se distanciaría de Brasil, Venezuela o Bolivia y podría aproximarse al papel que desempeñan hoy en la región los gobiernos de países como Colombia o Perú. Así lo vaticinó (a su manera, claro) Aznar en la entrevista que El Mercurio publicó el 20 de septiembre y en la que por cierto aplaudió la instalación de las siete bases militares estadounidenses en Colombia. En las páginas del diario conservador chileno el patrón de FAES dejó dicho: “Hay países sudamericanos que están sufriendo la desgracia del populismo y, políticamente, un salto atrás enorme (…) El resultado electoral de Chile es trascendental…”.

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Un multimillonario y ultrapersonalista que sueña con la presidencia

clarin.com

PERFIL SEBASTIAN PIÑERA

Tiene una fortuna de US$ 1.000 millones. Sus enemigos prefieren llamarlo especulador antes que empresario.


Tragó amargo aquella vez y se prometió aprender de la derrota. Al perder la presidencia de Chile en segunda vuelta frente a la socialista Michelle Bachelet hace cuatro años, el empresario multimillonario Sebastián Piñera vio cómo se le escurría su bien más preciado, uno que no se compra solo con dinero, talento o habilidad para los negocios.

Nació hace 60 años en el seno de una familia demócrata cristiana y los maledicentes dicen que abandonó el partido de Frei para pasarse al derechista Renovación Nacional porque vio que en ese marco no tenía chances de llegar a presidente.

La mitología Piñera lo muestra como el esforzado muchacho de clase media que, merced a su empeño, logró estudiar Administración de Empresas en la Universidad Católica para luego partir con una beca a Harvard, donde se doctoró en Economía. Se fue con su esposa, Cecilia Morel, con quien tuvo cuatro hijos, hoy adultos con títulos universitarios. Los Piñera son además abuelos de tres nietos que suelen ser mentados en sus actos de campaña.

La fortuna de Piñera hoy está estimada en unos 1.000 millones de dólares, luego de haber perdido unos 300 ó 400 millones a causa de la crisis internacional. Sus enemigos prefieren llamarlo especulador a empresario, pero en lo concreto, su patrimonio fue forjado en negocios financieros, inmobiliarios y bursátiles a los que en los últimos años sumó el rubro de la telecomunicación y el fútbol. Entre sus empresas está LanChile, el club Colo Colo y el canal de TV Chilevisión.

En 1988, y en un hecho que en el día de hoy le sirve como credencial democrática inigualable, Piñera militó por el NO a la permanencia de Pinochet en el poder, en el plebiscito que dividió aguas en Chile. Un año después se convirtió en senador. En 1992, en lo que se conoció como el Piñeragate, conoció de qué son capaces los servicios de inteligencia cuando se hicieron públicas unas grabaciones en las que hablaba con un amigo sobre el mejor modo de "bajar" a una candidata de su partido para evitar que le hiciera sombra.

En 2006, la compra de unos 3 millones de acciones de Lan habiendo hecho uso de información privilegiada le valió una tremenda multa del organismo competente pero no la cárcel. "Piñera hace cosas alejadas de la ética, pero conoce muy bien las leyes, nunca hace nada ilegal en Chile", dijo un encumbrado político chileno a este diario. Hiperkinético y ultrapersonalista, confía mucho en él mismo y es algo reacio a escuchar a otros. Se lo suele comparar con Berlusconi y con Macri, por su vida a caballo de la política y los negocios, aunque es menos burdo y grosero que el italiano y no heredó su fortuna como el argentino.

Con la mirada siempre puesta hacia EE.UU., de las campañas del norte aprendió que para capturar votos hay que diluir las ideas y buscar siempre el centro. Por eso, asociado con los pinochetistas de la UDI, el candidato más ligado al liberalismo económico y el mundo privado, se llenó la boca esta vez hablando del lugar del Estado y de la continuidad de los planes sociales de la presidenta Bachelet: si hay alguien que conoce los estudios de mercado es Piñera y en Chile hoy la mujer que le sacó de las manos su mayor ambición es la política favorita de los chilenos.

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Piñera defendiendo a Pinochet.


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Según Cardemil, militares pinochetistas integran la Coalición por el Cambio

Chile mi Patria, la organización de militares en retiro que agrupa a ex uniformados pinochetistas y que quieren terminar con los juicios por violaciones de los derechos humanos, sería integrante de la Coalición por el Cambio que lidera Sebastián Piñera.

Así al menos lo sostiene el diputado de RN y candidato a la reelección por Santiago, Alberto Cardemil, en una carta que distribuyó a electores del distrito.

Pese a que el artículo 7º de las normas que rigen a ese grupo consigna que “no se desarrollará ningún tipo de actividad política, religiosa o partidista”, la misiva firmada por Cardemil asegura que su candidatura encabeza “el equipo de la Coalición por el Cambio”, integrada por “RN, la UDI, Independientes de la Alianza, Chile mi Patria, Chile Primero y Social Cristianos”.

La “incorporación” que hizo Cardemil de los militares jubilados al conglomerado de derecha, se da días después que ellos manifestaran que “cuando habla Piñera del tema de la justicia para todos, en lo que respecta a nosotros es una buena noticia”, porque apunta a finiquitar o prescribir delitos de violaciones de los derechos humanos”. Los uniformados (R) precisaron que “queremos un cambio”.

La Nación

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Piñera y trato especial en aeropuerto: Arrepentido

/ Lanacion.cl / Agencias

Candidato se saltó controles mientras decenas de pasajeros estaban bloqueados por paro de trabajadores. Ministra Tohá lo llamó a “predicar con el ejemplo”. Aeronáutica investigará el caso.

El candidato presidencial de la derecha, Sebastián Piñera, debió disculparse luego de las reacciones adversas que provocó su ingreso al vuelo que lo llevó a Puerto Montt saltando los controles de pasajerosretrasados por un paro en el Aeropuerto de Santiago.

El dueño de la aerolínea LAN se encontró con la protesta de los trabajadores de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a los que incluso criticó, y sin hacer la fila fue subido a la nave aunque igual debió esperar una hora partiendo recién a eso de las 10:00.

En Los Lagos se justificó señalando que “los medios de comunicación, al hacerme un seguimiento dentro de la sala del aeropuerto, que estaba muy atiborrada, se generó mucha confusión y se crearon muchos problemas”.

En esos instantes una funcionaria me llevó por un camino alternativo. La verdad es que lamento haberlo hecho, para ser muy franco”, agregó como mea culpa.

El trato especial a Piñera, que no se vio para otras figuras públicas también afectadas como el empresario Roberto Fantuzzi o los cantantes Gloria Simonetti y Mario Guerrero, molestó inicialmente a los pasajeros.

Luego, en el mismo aeropuerto de Pudahuel, el presidente de los trabajadores dela DGAC, José Pérez, estimó que “la normativa del código aeronáutico establece que ningún pasajero puede ser trasladado de manera especial y eso es incurrir en una falta grave a la seguridad aeronáutica”.

En La Moneda, la Ministra Carolina Tohá señaló que “respecto de esta denuncia que hay en relación a Sebastián Piñera: todos aspiramos que Chile sea un país en que haya igualdad de verdad y las autoridades o los que aspiran a ser autoridades tenemos que predicar con el ejemplo”.

Esta es la segunda polémica que protagonizó el abanderado de la Coalición Por el Cambio en el marco del paro en la terminal aérea de Pudahuel. Antes, luego de cuestionar la huelga, recibió una dura respuesta de Raúl de la Puente, Presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF).

Aeronáutica investiga

En tanto, el subsecretario de Aviación, Raúl Vergara, informó que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) inició una "investigación para conocer los alcances de este percance", tras los reclamos de los pasajeros.

Por su parte, el director de seguridad operacional de la DGAC, Lorenzo Sepúlveda afirmó que "está claro que todas las personas sin excepción deben cumplir con las normas de seguridad, en este caso aparentemente la persona (Piñera) no vulneró por sí solo algún control, sino que aparentemente alguien lo autorizó para pasar por una vía distinta a la que usan los pasajeros".


"Eso es lo que estamos investigando para determinar si hay algún tipo de irresponsabilidad nuestra como Dirección de Aeronáutica o de algún funcionario", agregó Sepúlveda.

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El Piñerplagiador y sus discursos de cuneta



¿Cómo reaccionaría Piñera si alguien hiciera algo parecido con su patrimonio? ¿Qué diría si apareciera una aerolínea marca LAM? Alguien que sienta su gordo culo en los derechos de propiedad y que sin arrugarse usurpa el fruto de la imaginación, el trabajo y la creatividad ajena no puede ser Presidente de Chile.

Fue nada menos que gracias al Twitter del periodista de Chilevisión Fernando Paulsen que nos enteramos de cómo el candidato Sebastián Piñera copió a la pata, con una falta de decoro y una envidiable frescura de entrepiernas, por completo impropias de cualquier personaje que aspire a dirigirnos, frases y expresiones 100% idénticas a las del Primer Ministro español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Con la ayuda de YouTube, el hombre ancla de “Tolerancia cero” hace un link a las pruebas indiscutibles de esa vergonzosa impostura intelectual con que se viste el guaripola de nuestra desesperada derecha. La inmoral actitud fue titulada por Fernando Paulsen en su Twitter: “La originalidad de Piñera”.

En el video se ve discurseando en un acto público a un inspirado Zapatero durante la campaña electoral que lo enfrentó nada menos que a ese íntimo amigo de Piñera, y habitual visita indeseable en Chile, el inefable José María Aznar, mientras en paralelo podemos apreciar al bueno de don Sebastián en pleno plagio durante una entrevista que vimos no hace mucho en “Telenoche”. Una vulgaridad sin precedentes en nuestras justas electorales, las que hasta hoy habían contado con toda laya de candidatos, pero todos ellos guarecidos dentro de los recomendables márgenes de la decencia.

Pero no es todo. Fernán Martínez, representante del cantante colombiano Juanes, montó en santa cólera al enterarse de la grosera utilización de su canción “Es tiempo de cambiar” en el marco de la campaña electoral de Piñera. “Es un delito. Nosotros nunca hemos dejado que ninguna canción vaya en campañas políticas. Nos han ofrecido mucho dinero, pero no hacemos campañas publicitarias políticas”, declaró indignado el mánager del colombiano a un medio chileno. El tema, profusamente utilizado por el piñerismo, es una de las canciones que han catapultado al artista a la fama y al reconocimiento internacional que hoy ostenta.

“Las editoriales y la compañía de discos tomaron acciones porque estaba haciendo un uso ilegal de la canción”, agregó Martínez, quien con toda justicia se siente robado por el hombre de los tics nerviosos y la afición por hacer suyas cosas e ideas que pertenecen a otros.

Tampoco vamos a olvidar las burdas copias que siguen paso a paso piezas usadas en la campaña de Barack Obama. A la luz de estos hechos, cuesta poco imaginar a Piñera con un paño negro desplegado en el suelo, vendiendo anteojos de marca falsificados y copias de videos piratas. No vemos diferencia alguna entre sus indignos actos y los de aquellos que lucran con la piratería y la falsificación.

¿Cómo reaccionaría Piñera si alguien hiciera algo parecido con su patrimonio? ¿Qué diría si apareciera una aerolínea marca LAM? Alguien que sienta su gordo culo en los derechos de propiedad y que sin arrugarse usurpa el fruto de la imaginación, el trabajo y la creatividad ajena no puede ser Presidente de Chile.

Recuerden Tantaucos que son tres las principales áreas que abarcan los derechos intelectuales: el derecho de patentes, el derecho de marcas y el derecho de autor. No es sano olvidarlo. Y a los creativos del desaprensivo candidato Piñera recomendamos no usar la retórica de un socialista y, en su lugar, incorporar como eslogan de segunda vuelta otra de Juanes que dice más o menos así: “Tengo la camisa negra porque negra tengo el alma”. Igual sería un plagio, pero por lo menos sería cierto. //LND

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Tribunal acoge querella contra Piñera


La Nación Domingo

La acción legal se origina en las declaraciones que realizó el candidato presidencial de la derecha, negando la veracidad de un informe de la Policía de Investigaciones, fechado en agosto de 1982, relacionado con el caso Banco de Talca.

El 17 de diciembre, sólo cuatro días después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el abanderado de la Alianza, Sebastián Piñera, deberá comparecer ante el 8º Juzgado Oral de Garantía de Santiago, a responder por una querella por injurias presentada en su contra por el ex detective Nelson Rivera Ross, firmante del informe de la Policía de Investigaciones que da cuenta de las acciones policiales para detener a Piñera en 1982 por el caso Banco de Talca.

El libelo, patrocinado por los abogados Luis Toro y Roberto Ávila, fue acogido a tramitación ayer por la mañana. En la resolución correspondiente se instruye que “en el acto de la notificación apercíbasele que en el evento que no compareciere injustificadamente, será conducido por medio de la fuerza pública a la presencia judicial”. En el mismo acto, el tribunal también asignó al abogado Claudio Aspe Letelier, para que asuma la defensa del imputado “sin perjuicio de que éste cuente con un defensor particular o de su confianza”.

La acción legal se basa en las declaraciones que realizó el candidato presidencial de la derecha en una entrevista concedida al programa “Telenoche”, de Canal 13, el pasado 3 de agosto, ocasión en que negó la veracidad de un informe de la Policía de Investigaciones, fechado en agosto de 1982, que daba cuenta de las acciones policiales emprendidas para dar con su paradero, a raíz de una orden de detención emitida en su contra por su participación en el caso Banco de Talca.

Específicamente, el escrito alude a la reacción de Piñera cuando el periodista Daniel Matamala citó el párrafo del informe policial en que su esposa, Cecilia Morel, afirmó a los policías que desconocía el paradero de su marido.

“Efectivamente el día 28 de agosto del presente año (1982), mi esposo tomó conocimiento de que se había decretado su aprehensión, por lo cual abandonó este domicilio, con rumbo desconocido, ya que incluso de ello, me enteré por otras personas, porque ni siquiera se despidió de mí, ni tampoco me dio explicaciones de su determinación”, se lee en el informe.

“Eso es totalmente falso, mi mujer jamás declaró eso”, aseguró Piñera. Ante lo cual, el periodista acotó: “¿Es falso el informe de Investigaciones?”, a lo que el ahora candidato presidencial respondió con un escueto “efectivamente”.

En la misma entrevista, Piñera también negó la versión policial -contenida en el mismo documento- de que hubo detectives de punto fijo en su vivienda y oficina para notificarlo. “Eso no es verdad, en ese tiempo en la mañana trabajaba en mi oficina de Citicorp y en las tardes preparaba mi defensa, y entremedio iba muchas veces a mi casa, porque tenía mucha preocupación por mi mujer”, señaló.

A raíz de esas afirmaciones, Nelson Rivera Ross recurrió a los ex abogados de la Vicaría de la Solidaridad, Luis Toro y Roberto Ávila, para iniciar la acción legal que hoy se ventila en el 8º Juzgado de Garantía de Santiago. Rivera Ross, con el grado de inspector entonces, fue uno de los policías encargados de las pesquisas policiales para dar con el paradero de Piñera y, de hecho, su firma suscribe el informe.

Piñera fue sometido a proceso en primera instancia por fraude y estafa en el caso Banco de Talca, pero su orden de detención quedó sin efecto al acoger la Corte Suprema un recurso de amparo a su favor.

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El Aunténtico Solvente- Los Difamadores.

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A Piñera, la Revolución Flaite & Compañía Limitada

/ La Nación Domingo Por Antonio Gil

Ahí andan al aguaite los “comandantes” de la revolución flaite. Viejos “izquierdistas” enriquecidos con la miseria de Cuba, que hoy vuelan en sus helicópteros desde sus fincas rurales hasta sus oficinas corporativas, testaferros de tiranos decrépitos que se asocian secretamente con la derecha para “agudizar las contradicciones” y llevar al país a un caos seguro.

¿Se ha preguntado usted quiénes saltarían en una pata de alegría ante una eventual derrota de la Concertación en diciembre? ¿A quién ponen rojos de furia los innumerables éxitos de los gobiernos concertacionistas, especialmente en el plano indiscutido de la protección social, los múltiples pactos de comercio internacionales firmados, entre otros avances innegables alcanzados por este pacto político democratizador que, pese a todos sus déficits, que no son pocos, enorgullece a Chile en el concierto mundial?

En primer lugar vislumbramos, con toda nitidez, a la derecha depredadora. Es obvio. Se cae de maduro. A esa derecha abusadora, cuya voracidad la hace imaginar a Chile como un largo hot dog sobre el cual chorrear su mayonesa y su ketchup. A esa plutocracia es fácil ver cómo se le cae la baba mientras se acomoda la servilleta al cuello, ante la sola idea de poder hincarle el diente a los derechos de los trabajadores y masticar a dos carrillos nuestras riquezas básicas y arrasar los bosques y los mares, mientras entregan a los más débiles, atados de pies y manos, a la usura y la explotación más abyectas, dejándonos caer encima, como un fardo, la monstruosa dictadura del dinero, que es su Alfa y su Omega.

Eso es lo que se esconde detrás de las sonrisitas hipócritas y sus frasecitas hechas. Hay que ser muy huevón para no darse cuenta. ¡Hasta cuándo nos engañamos! ¿O alguien es tan incauto como para no oler a la manga de cuatreros, trapisondistas, chupasangres y embaucadores que se trae el piñeraje bajo el poncho?

Pero fíjese que no son los únicos. Existe también otra cáfila, más solapada, que amparada en las ya vagarosas enseñanzas del Padre Bolívar, y apoyados en las divisas generadas por el petróleo venezolano, han montado en nuestra América un festín de caníbales. Una vergonzosa y ordinaria parodia de revolución, vaciada de toda real voluntad de cambio. Una falsificación inmunda y populachera adornada de la más apolillada memorabilia sesentera.

Ésos también sueñan con el fracaso de este proyecto chileno y están dispuestos a hacer lo que sea por verlo caer. Sí, es el chavismo y sus seguidores de todos los pelajes, ese Godzilla, mezcla de orangután con boina roja, Fidel con pañales, delicadeza de Maradona, y casposos de todas las cataduras, que ha salido del laboratorio convertido en “ideología” por arte de birlibirloque, y que se está poniendo firme para que Chile se salga del riel de la democracia social, que es la propia y particular manera que ha elegido este pueblo para avanzar al futuro.

Ahí andan al aguaite los “comandantes” de la revolución flaite. Viejos “izquierdistas” enriquecidos con la miseria de Cuba, que hoy vuelan en sus helicópteros desde sus fincas rurales hasta sus oficinas corporativas, testaferros de tiranos decrépitos que se asocian secretamente con la derecha para “agudizar las contradicciones” y llevar al país a un caos seguro. Lo que estos “socios” no saben, porque no conocen a Chile, es que nuestro pueblo es algo más que una encuesta telefónica. Nuestro pueblo ha actuado siempre con serena sabiduría, y valora la paz social alcanzada. Sin la Concertación, como bien señalara Eduardo Frei no hace mucho, se perdería toda certeza de paz social y para la mantención del orden público harían falta harto más que los 10 mil nuevos carabineros ofrecidos por Piñera. ¿Acaso tendrían que venir 100 mil voluntarios bolivarianos a prestarles refuerzo? Hay una sola cosa cierta: eso jamás pasará. //LND

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La propaganda electoral de Piñera y el programa de la derecha




No hay que confundir. Una cosa es la propaganda electoral del candidato Piñera y otra muy diferente es el programa de gobierno de la derecha, para el caso que su candidato llegara a La Moneda. La propaganda electoral es el anzuelo con el que se piensa atraer los votos necesarios para triunfar. El programa de la derecha es lo que le espera al país, una vez que el pez se trague el anzuelo. La propaganda habla vagamente de un cambio, pero no dice en qué dirección, aunque sabemos que no será hacia la izquierda, sino a la derecha; no hacia un nuevo modelo económico sino la vuelta a un neoliberalismo pinochetista, es decir un cambio hacia el pasado y no al futuro. Para eludir este tema vital, la propaganda pide que la gente confíe en el candidato y en sus supuestas virtudes.

El verdadero programa de gobierno ya está hecho y dicho, pero no es para difundirlo. La gente común no sabe lo que le conviene y puede ser mal aconsejada. Lo conocen los expertos y políticos derechistas y los que siguen la política día a día. La propaganda la hacen “los asesores de imagen” los que aplican el marketing, cuyo objetivo es “vender” al candidato, como mercancía en papel de regalo. En cambio, el verdadero programa, tal vez contenga algunos caramelos, pero la parte amarga se aplicará sí o sí, y tanto más rápido cuanto mayor sea el control sobre el Congreso Nacional.

La propaganda se centra en la persona del candidato, en sus supuestas virtudes e intenciones. En el primer plano está él, solo o con su familia. En segundo o tercer plano casi en la sombra quedan los políticos que lo apoyan, con quienes verdaderamente gobernaría. Según la propaganda, Piñera es “honesto”, “capaz”, “todo terreno”. Aunque lo de honesto, ha generado dudas al saberse que estuvo involucrado en operaciones oscuras como gerente del Banco de Talca o cuando la Superintendencia de Valores lo sorprendió en infracción a la ley y lo obligó a pagar una multa millonaria, o cuando se arregló solo con Endesa-España dejando en la estacada a accionistas menores. Lo de su “capacidad” está demostrada, pero como máquina de hacer dinero en especulaciones financieras; porque se sabe que nunca estuvo en pequeñas empresas productivas trabajando codo a codo con obreros. Como gobernante la habilidad financiera no sirve y hasta puede ser peligrosa.

La propaganda asegura que “él derrotará” la delincuencia y “él le dará paz y tranquilidad a las familias”, cual Batman, el millonario que derrota a los malos o como si la delincuencia fuera algo tan sencillo de resolver, como “poner candados” a todas las puertas. En su propaganda hay ofertones para todos, los desempleados, las mujeres, los adultos mayores; pero poco o nada se dice de donde saldrá la plata. Asegura que creará un millón de empleos, pero no dice cómo llega a esa bonita cifra. Nada dice si los va a contratar él en sus numerosas empresas o el gobierno; si ya tiene comprometidos a los empresarios y con cuánto se van a poner, cuántos serán obreros, cuántos empleados, cuántos en el norte o en el sur, cuantos en la industria, en el campo, etc. Nada, sólo frases.

El verdadero programa de Piñera se puede conocer en los editoriales de El Mercurio o La Tercera, en los artículos de sus comentaristas, en las demandas y acuerdos de las grandes organizaciones empresariales como la C. de la P. y el C, la Soc. de Fomento Fabril, la Cámara de la Construcción, la Asociación de Bancos, la Soc. Nacional de Agricultura; en las declaraciones de sus voceros, en los pronunciamientos de Institutos como Libertad y Desarrollo y el Centro de Estudios Públicos. Es cuestión de saber cómo votan los diputados y senadores de la UDI y Renovación Nacional, qué tipo de leyes apoyan y cuales rechazan.

Piñera, como cabeza de uno de los clanes más ricos del país es colega, amigo, socio de la gente más acaudalada del país. Es parte de esa clase social con la cual realiza negocios. Sabe de sobra lo que les conviene a ellos que también le conviene a él. Nadie se imagina que va a estar en contra de sus intereses, aunque el país necesitara algún sacrificio de éstos. Asimismo no podría gobernar sin el apoyo de la UDI y RN en el Congreso y en los ministerios o cargos claves que ya están pidiendo. Menos podría ponerse en contra de las ideas y proyectos de esas cúpulas partidarias.

Entonces, ¿Cual es verdadero programa de la Derecha, la económica y la política? Veamos algunos temas.

En materia de Derechos Humanos, aplicación de la ley pinochetista de amnistía a los violadores de los derechos humanos; declarar que el tiempo ya pasó y los delitos prescribieron o no son aplicables. Resultado: fin a los procesos, al desfile de militares acusados, indulto y libertad para los de Punta Peuco. No más investigaciones judiciales sobre crímenes y robos de los pinochetistas. Reconciliación, perdón y olvido, les guste o no a las víctimas. Es decir, la impunidad para los culpables, dar la señal que las violaciones y persecusiones podrían repetirse, si el pueblo quisiera elegir a otro Allende.

En relación al “problema de la Araucanía”, dejar de contemporizar con los mapuches. Imponer el “respeto irrestricto a la propiedad privada”, de los terratenientes. Dejar de gastar dinero en compra de tierras para las comunidades. Ley antiterrorista y mano dura contra los que protestan.

En materia de educación, “recuperar la disciplina”, tanto contra alumnos y profesores. No más paros estudiantiles. Acabar con lo que resta del estatuto docente, dar facultades a alcaldes y directores para despedir profesores. Ampliar las subvenciones y favorecer la educación privada y el lucro, para que “haya competencia” congelando a escuelas y universidades públicas. Privatizar los jardines infantiles.

En legislación laboral, la línea es clara, es la misma que impuso José Piñera, como Ministro de Pinochet . Nada que permita aumentar la sindicalización y la capacidad de los sindicatos para negociar. Mientras más dividido y atomizado los sindicatos y más centrales, mejor. Tender a la negociación patrón-empleado individual o por grupos no sindicalizados. Flexibilidad laboral, mayor jornada de trabajo, más facilidades para los despidos, acabar con la indemnización por años de servicio, salvo para los altos ejecutivos. Ampliar la prohibición de las huelgas en servicios públicos o privados, sancionar a los huelguistas.

En relación al cobre, privatizar Codelco, vender por partes su propiedad y reservas, aunque sea inconstitucional, provoque despidos y aumenten los impuestos internos para reemplazar sus cuantiosos aportes al Erario.

En materia financiera ampliar las libertades de corredores y consorcios privados, bajando los impuestos a las ganancias. Disminuir los controles para que vengan más capitales especulativos. Tender a convertir a Chile en plaza financiera internacional y paraíso fiscal. Mantener el secreto bancario. (Como Piñera anunció un “sernac financiero” para controlar los abusos bancarios que nadie le creyó, El Mercurio lo reprendió por “moverse con la marea”).

En cuanto a los problemas ambientales, la derecha se guía por el concepto de que la prioridad es el crecimiento de la riqueza privada, aún a costa del deterioro ambiental y el despojo de los recursos naturales. Hay que impulsar, sin más demoras, la electricidad a carbón, hydroaysén, la energía atómica y en menor grado, las alternativas.

Finalmente, en materia internacional, en el continente hay que aliarse con los gobiernos de derecha, como el de Uribe y hostilizar a los gobiernos de izquierda. Apoyarse en los gobiernos de derecha de Europa y en EE.UU coordinarse con los republicanos en contra de las reformas progresistas de Obama. Sostener solapadamente a los golpistas, como en Honduras y justificar el derrocamiento violento de Chávez, Evo, Correa u otros gobiernos progresistas, aún con intervención militar norteamericana.

A la vista de estos indesmentibles y provocativos propósitos, ¿porqué Aylwin y Valdés, reprocharon a su camarada Frei por advertir éste sobre la resistencia e ingobernabilidad que traería un gobierno de Piñera y la Derecha? La única fuerza compacta que tiene claro esta posibilidad es la izquierda. Por eso mientras más fortalecida salga la candidatura de Arrate y la presencia de los comunistas e izquierda cristiana en el Parlamento, más difícil será para la derecha cumplir su neopinochetista y neoliberal proyecto.


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Exclusivo: La ficha clínica del payaso multimillonario

La Nación Domingo
Por Antonio Gil
Su visión es el patrón al cual el mundo debe someterse. La suya es una personalidad que, aun cuando pueda poseer una aguda inteligencia, ésta se haya obnubilada por la visión grandiosa de sí mismo y por su hambre de reconocimiento.

Ha caído en nuestras manos un documento histórico. Un expediente siquiátrico donde no hace falta leer el nombre del paciente para descubrir a quién pertenece.
“Su personalidad narcisista se caracteriza por un patrón grandioso de vida, éste se expresa en fantasías o modos de conducta que lo incapacitan para ver al otro, el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, autogenerados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Hay en él una inagotable sed de admiración y adulación, esta última lo incapacita para poder reflexionar e incluso pensar. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto a la teatralidad y reconocimiento de sus acciones, que en la eficacia y utilidad de las mismas. Su visión es el patrón al cual el mundo debe someterse. La suya es una personalidad que, aun cuando pueda poseer una aguda inteligencia, ésta se haya obnubilada por la visión grandiosa de sí mismo y por su hambre de reconocimiento. Drogado por su discurso auto-dirigido, no es capaz de reflexionar y escuchar lo que el mundo objetal le grita. Ejerce posiciones de poder en las que se rodea de personas, que por su propia condición son inferiores a él y de otros, que le harán la corte sólo en función de un interés mezquino. Él no se plantea dudas en cuanto a la realidad de sus ideas, sean éstas brillantes o no. Aun las más insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración moral ni ética. De esta manera logra capitalizar a una horda de narcisistas depresivos que creen, ingenuamente, en la verdad expresada por el seudomaestro”.
“La vida me ha dado algunas cualidades, algunos bienes, y he construido un equipo de personas muy creativas. Con ellas presentaré algo que será muy original”, esta declaración, realizada recientemente, entre múltiples tics nerviosos, da indicios claros de la sintomatología descrita. Según se sabe, organiza fiestas donde los cerca de 3.000 invitados tienen todo a su disposición, desde “montañas de cocaína” hasta “prostitutas, artistas de ‘strip tease’” y “orgías”. La celebración dura días enteros y tiene un momento estelar cuando el paciente aparece en un estrado, sin camisa, y expulsa llamas de su boca, como hacía en su juventud, ante la algarabía de sus invitados”.
Mientras leemos este informe siquiátrico, la nave espacial despegó, como estaba previsto, a las 13H14 locales del centro espacial ruso situado en la desértica estepa de Kazajastán, a unos 200 km al este del Mar de Aral. Diez minutos después, ya estaba en órbita. Poco después del despegue, aparecieron en directo en la televisión rusa, apretados en la cabina, con un plan de vuelo en la mano, conversando con los controladores en tierra. En su megalomanía enfermiza hay payasos que aspiran a ser papas, presidentes o cosmonautas, como es el caso del patológico Laliberté, dueño del Cirque du Soleil, el que hoy aparece en la lista de multimillonarios de Forbes con una fortuna estimada en 2.500 millones de dólares. Por fin el payaso Guy Laliberté, por la módica suma de 38 millones de dólares, se ha convertido en el primer payaso en el espacio, mientras en otras latitudes otros payasitos se conforman con hacer el ridículo, impúdicamente, en míseros realities televisivos.

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“Le molesta todo lo que él no controla”

La Nación Domingo
Por Ana Verónica Peña / LND

El periodista y colaborador de LND Manuel Salazar ha escrito ya diez libros, muchos de ellos de los más vendidos y comentados en el mercado nacional. Pero nunca le había pasado que los presentadores de su obra se bajaran antes del lanzamiento y que los medios la ignoraran de esta manera. Esta vez escribió sobre Sebastián Piñera.

El periodista Manuel Salazar, autor del libro, “Sebastián Piñera”, lanzado recientemente por la Editorial Mare Nostrum, no sólo ha sido sorprendido por la actitud de los colaboradores del candidato presidencial de la derecha invitados a presentar su libro y que se fueron bajando uno a uno de ese compromiso. También le intriga la actitud que ha tenido la prensa frente a éste, el último de los libros de su autoría publicados en Chile.

“Los principales medios, de los libros anteriores, publicaron crónicas enormes. De “Traficantes y lavadores”, El Mercurio dedicó cuatro páginas del cuerpo D a publicar un capítulo completo. Al lanzamiento del libro sobre Roberto Thieme, Fernando Villegas le dedicó dos páginas del cuerpo Reportajes de La Tercera. Del libro de ahora publicaron cuatro centímetros por una columna, siendo que hoy, para la gente, es más importante el libro de Piñera que lo que fue el de Thieme hace dos años”, cuenta y reflexiona.
-¿La misma censura implícita en lo que pasó con los presentadores de tu libro?

-Claro. La editorial los invitó uno por uno, inicialmente dijeron que no habría problemas, y después se fueron bajando uno a uno, sin dar explicaciones satisfactorias. Han dicho que el libro contiene inexactitudes, que es agresivo, pero no han dicho cuáles son las inexactitudes y en qué partes es agresivo. Estoy disponible para reconocer errores, pero que digan dónde están. En el caso de Lily Pérez, me sorprende, que sólo viendo el índice diga que es un ataque a Piñera. Escribí un libro de Jaime Guzmán y nunca tuve un problema con la UDI ni con la familia, todo lo contrario, me abrieron los archivos a un año de su muerte sin dificultades. Cuando escribí sobre el “Mamo”, Manuel Contreras dijo que lo leyó y no le gustó. Me gustaría saber si Piñera ha leído éste.
-¿Qué crees que es lo que más le molesta de tu libro a Piñera?-

A él le molesta todo lo que él no pautee o agendice a través de su comando. Él quiere controlarlo todo y, por lo tanto, le molesta profundamente que en el libro -o en el caso de La Nación- se le recuerden permanentemente cosas aún no claras, como el proceso de acumulación original de su fortuna, el episodio del Banco de Talca, la creación de las tarjetas de créditos, etc., todo lo que tiene que ver con el proceso inicial de acumulación de su fortuna, que tiene que ver con cómo esos primeros 50.000 mil dólares se transformaron en sus primeros 200 millones de dólares. No quiere que esto se transparente.
-¿Por qué podría molestarle que se escarbe en el origen de su fortuna?

-Le molesta porque aparecen vínculos con la dictadura de Pinochet, vínculos que él ha negado permanentemente, vínculos con gente como Jorge Errázuriz, que hoy dirige Celfín, que a fines de los ’70 manejaba 250 mil dólares y ahora maneja 15 mil millones de dólares. Una persona que sepa leer bien y que tenga conocimiento sobre Piñera, puede ver en el libro que gran parte de las personas que elige para iniciar sus negocios pertenecen a la elite que apoyó la creación de la estructura económica de la dictadura, es decir, estudiantes de la Universidad Católica que colaboraron entusiastamente con la dictadura a partir del ’75, que permanecieron allí hasta el ’78 u ’80, y que conocen muy en detalle el proceso de reprivatización de empresas que estaban en manos de Corfo. Desde el gobierno se van al sector privado y, desde allí, asesoran a los nuevos grupos que adquieren esas empresas, y ayudan a consolidar las nuevas estructuras económicas del país, todavía vigentes.
-¿Qué importancia tiene eso hoy?

-Hoy son una red de apoyo fundamental a su candidatura, tipos que controlan grupos desde la gerencia, no necesariamente de la propiedad, partidarios de la privatización que queda en el Estado. Los capitales que manejan esos 15 ejecutivos que menciono en el libro, la cantidad de esos millones de dólares con que operan es gigantesca, y hoy son los principales hinchas de Piñera, dispuestos a ayudar hasta donde sea necesario para que gane la Presidencia, se liberalice el mercado de capitales y se autorice el traspaso de fondos de la AFP, hoy restringidos, hacia los fondos de inversiones que ellos controlan.

LOS GOLDEN BOYS DEL CITICORP
Cada vez que le han preguntado por ese período, Piñera no ha ahorrado elogios para referirse al equipo de ejecutivos que tuvo bajo su mando en el Citicorp: “Fue un grupo que en poco tiempo logró cosas notables. Éramos líderes absolutos con un equipo humano de excepción”, “éramos un grupo de gente con actitud y ganas de innovar, trabajadores, y que tuvimos suerte”, “trajimos a la mejor gente del mercado, y todos ellos eran muy jóvenes, menores que yo. Era un equipo humano a otro nivel con una excelente formación académica. Era un verdadero dream team”, “eran los mejores, y por eso tenían que emprender. Yo no veía para ellos ni para mí una carrera tranquila en el Citicorp. Era una gran escuela que había que aprovechar para salir a desarrollar otros emprendimientos”.
A los 30 años, Piñera fue el “senior” en un mundo de ejecutivos jóvenes y ambiciosos que querían participar de un mercado de capitales que se abría. Los ’80 fue una década de cambios económicos, y ellos impulsaron nuevos productos y estilos, modelando las décadas futuras del sector financiero. Entre ellos destacaron: José Francisco Pérez Mackenna, Óscar von Chrismar Carvajal, Isidoro Palma Penco, Heriberto Urzúa Sánchez, Patricio Jottar Nasrallah, Patricio Parodi Gil, Manuel José Balbontín, Carlos Alberto Cartoni Zalaquett, Francisco Cuesta, Jaime de la Barra, Mario Mora, Fernando Concha Ureta, Juan Cruz Bilbao Hormaeche, Fernando Massú Taré, Eduardo Navarro Beltrán, Felipe Joannon Vergara, Andrés Leuhedé Bromley, y Rodrigo Pérez Mackenna.
De cada uno de ellos hay un perfil en el libro de Salazar.

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La piedra de Valle Escondido


Por Javier Rebolledo / investigacion@lanacion.cl

Otra de negocios y política: Municipalidad de Lo Barnechea modifica plano regulador y le quita patente de alcoholes a Restaurante Las Delicias. Favorece así a Valle Escondido S.A. Adivine quién es el dueño de la empresa.

El Dalai Lama entró a la vieja casona junto a una guardia dispuesta especialmente para su seguridad. Ya había visitado a las más destacadas autoridades del país y ahora quería conocer un lugar que simbolizara las raíces de la identidad chilena. Los dueños del Restaurante Las Delicias tenían preparada la mejor mesa, la misma usada por presidentes y personalidades del mundo en otras veladas inolvidables. “Este sitio es para quienes me han cuidado. Ellos se lo merecen, gracias”, les dijo la encarnación de Buda. Así se hizo. Esa tarde de mayo de 2006, luego de recorrer los salones de la ex quinta de recreo, el Dalai Lama eligió una pequeña mesa con ventanas hacia la calle Raúl Labbé, ubicada casi en la esquina donde se inicia el camino El Arrayán, a un costado de la ribera norte del río Mapocho.

Desde su fundación en 1959, Las Delicias ha permanecido prácticamente intacto. Con sus tejas coloniales y el adobe tirado de sus muros, se asemeja a una foto de otro tiempo en medio de los modernos caminos y proyectos inmobiliarios aledaños. Del lado de esta premisa de desarrollo se encuentra la Municipalidad de Lo Barnechea, entidad que, desde hace siete años, viene haciendo la vida imposible a los propietarios del restaurante. Presiones que partieron por cambiar el tipo de uso de suelo y siguieron con decenas de infracciones, la gran mayoría rechazada por el respectivo Juzgado de Policía Local. El 31 de julio pasado la administración del RN Felipe Guevara decidió no renovar su patente de alcoholes.

Los embates de parte de la municipalidad se iniciaron en 2002, cuando la ex alcaldesa RN Martha Elhers comenzó a aplicar un lento proceso de asfixia. “No hay nada que podamos hacer”, dice con algo de resignación Carlos Echevarría, uno de los cuatro hijos del matrimonio que inició el restaurante cuando el lugar era parte del campo. “Llevamos muchos años en esta pelea y hemos hecho de todo. Tenemos puertas de emergencia, está lleno de extintores, pero siempre encuentran algo para cursarnos una multa. Para un restaurante de comida chilena, la no renovación de la patente es un golpe de gracia”, concluye.

El abogado de Las Delicias, Santiago Hudson, cercano a la UDI, trabaja ad honórem, convencido de la importancia del restaurante para el país. “¿A quién beneficia todo esto? A Valle Escondido”, critica. Hudson se refiere al ambicioso complejo inmobiliario de casas y edificios que colinda con Las Delicias, cuyos creadores y principales propietarios son la familia Cueto, el candidato presidencial Sebastián Piñera y la familia Martínez.

Mario Kreutzberger es uno de los famosos que tiene casa en Valle Escondido, donde el valor de un departamento alcanza los $1.500 millones. Adentro del paraíso sintético con frondosos árboles, cableado subterráneo y automóviles de lujo que corren por calles asfaltadas, los problemas parecen no existir. Las monumentales construcciones apuntan su vista a una preciosa y bien cuidada cancha de golf.

“Todos sabemos que Las Delicias está estratégicamente ubicado. Según los planos reguladores, las autopistas Costanera Norte y Sur confluyen aquí. No es mi imaginación. Una parte del díptico con que Valle Escondido promueve sus propiedades está dedicado a mostrar a los futuros clientes el acceso que tendrían a Costanera, pasando por encima de Las Delicias”, cuenta Santiago Hudson, quien trabajó durante dos años para la familia Cueto.

LND se comunicó con la jefa de gabinete de Sebastián Piñera, Carla Munizaga, para que el candidato respondiera nuestras consultas. Un cordial Rodrigo Hinzpeter nos respondió que, aunque no conoce exactamente el porcentaje de su candidato en Valle Escondido, “éste no debe superar el 20% ó 25%. Incluso puede ser menos”. Sin precisar un monto aproximado, el brazo derecho del abanderado de la Alianza agregó que “las decisiones de Valle Escondido, que no voy a calificar de manera favorable o desfavorable, no se le pueden endosar a Sebastián. Sería injusto, porque no participa ni de su administración ni del directorio”. Además, Hinzpeter prefirió no referirse a la importancia patrimonial de Las Delicias “debido a que desconozco las aristas del caso”.

Sin embargo, el registro de Dicom, al que Hinzpeter no dio demasiado crédito, muestra una variada red de inversiones de Piñera en el proyecto Valle Escondido (ver recuadro). Consultada por la identidad de los socios mayoritarios, la gerente general de Inmobiliaria Valle Escondido, Bernardita Lihn, confirmó a LND que las acciones estaban concentradas en las manos de Piñera y las familias Cueto y Martínez.

La operación escondida

Durante décadas, Las Delicias ha sido el centro de reunión de personajes que abarcan todo el espectro imaginable. En la dictadura, sus salones mezclaron a sujetos tan disímiles como Florcita Motuda y el líder de la CNI, Álvaro Corbalán, quien se deleitaba escuchando a los cantores que, guitarra en mano, enfiestaban el lugar. Incluso la reunión previa al “Caupolicanazo” de 1980, a la que asistieron los máximos jerarcas de la DC, se celebró ahí con el más estricto sigilo. Hasta poco antes de 2000, el local era frecuentado por la familia Cueto, “especialmente por el patriarca, don Juan José, quien tenía una amistad con mi padre. Sebastián Piñera también venía acompañado de Andrés Allamand”, destaca Carlos Echevarría. La relación se quebró a partir de 2000. Valle Escondido, ubicado apenas unos metros más arriba que el recinto de los Echevarría, comenzó a reclamar como suyos cerca de 3.000 metros de propiedad ubicados dentro del terreno de Las Delicias. De inmediato, obreros comenzaron a cercarlos.
El restaurante fue asesorado por el abogado Jorge Mario Saavedra, especialista en derechos humanos. Según Silvia Echevarría, también hija de los dueños, las reuniones con la gente de Valle Escondido eran intimidantes.
“Llegaban con seis topógrafos, cinco arquitectos, cinco abogados. Era para no creerlo”, recuerda.
Finalmente, el abogado Saavedra les dijo que Valle Escondido sólo deseaba quedarse con 300 metros cuadrados, correspondientes a una zona donde pretendían construir el pórtico. Ante la posibilidad de perderlo todo, aceptaron. El acuerdo extrajudicial fue protocolizado en 2002, en la Notaría de Patricio Zaldívar. Ahí se señala textualmente que Valle Escondido S.A., que tiene como socios a Sebastián Piñera y a la familia Cueto, adquirió los terrenos que se peleaban con Las Delicias a través de “Bancard S.A., según consta en escritura pública de fecha 22 de diciembre de 1994”.

A pesar de que Bancard -sociedad con que el candidato presidencial maneja sus inversiones- se ha reducido ostensiblemente luego del fideicomiso voluntario, aún controla algunas inversiones de alto vuelo, como Valle Escondido.
Con el arreglo extrajudicial, Las Delicias respiró más tranquila. La amenaza del gigante se alejaba. Sin embargo, justo en ese momento vino el cambio al plan regulador. Antes de 2002, el local era considerado patrimonio de la comuna, al punto que el afiche institucional era nada menos que un dibujo del restaurante junto al río. Luego del cambio, el local desapareció para siempre de las imágenes oficiales de Lo Barnechea.
El mal cambio
En noviembre de 2002, el concejo municipal acordó un cambio al plan regulador -patrocinado por Marta Elhers- que modificó el tipo de uso de suelo de Las Delicias desde comercial a área verde, tomando como punto de referencia el Santuario de la Naturaleza ubicado unos kilómetros más arriba, por el Cajón del Arrayán. Aparte de limitar el giro de restaurante, el avalúo fiscal del terreno de los Echevarría bajó desde cerca de $2.700 millones a poco menos de $300 millones. Las Delicias fue el único local de toda la calle Raúl Labbé que fue afectado con el cambio a área verde. El resto de la calle, en toda su extensión, permanece con el tipo de uso de suelo comercial (ver imagen). Más encima, un pedazo de su terreno, donde se encuentra la casona, fue determinado como un terreno afecto a expropiación. “Con eso, nos terminaron de matar. Cómo íbamos a invertir un peso si en cualquier momento nos podían demoler”, recuerda Carlos.
Por esa fecha se acercó por primera vez una corredora de propiedades para ofrecer cerca de $500 millones por su terreno, sin querer especificar quiénes eran los interesados en comprar. La oferta fue rechazada.

El cambio al plan regulador se hizo efectivo en 2004. Durante todo un año los dueños del restaurante permanecieron en ascuas a la espera de que los expropiaran. Sin embargo, un año más tarde, la alcaldesa Marta Ehlers finalmente reconoció su derecho a existir. Según la sesión ordinaria del concejo municipal del 5 de abril de 2005, la ex edil “dice a los dueños de Las Delicias que pueden quedarse tranquilos, porque cree que ha recogido a cabalidad el sentimiento de ellos (…) queda reconocido el rubro, que era muy importante, ya que estaba congelado, por lo que quedan con esa parte muy clara, ya que pueden ampliar e invertir, con lo cual esa parte queda tranquila para ellos”.
“Los cambios al plan regulador en la comuna se efectúan cada seis o siete años. ¿Tiene lógica que, con ese argumento, tengan facultades para borrar del mapa a un restaurante que lleva 60 años funcionando, con la tradición e importancia que éste tiene?”, cuestiona el abogado Santiago Hudson.
Justamente el cambio al plan regulador de 2002 terminó con las aspiraciones de Martha Elhers para postularse a un quinto período edilicio en Lo Barnechea, luego de que, en 2007, su partido anunciara su bajada en medio de fuertes tensiones. La modificación, en la que no se abstuvo de votar en la sesión de concejo aprobatoria, significó que su casa, ubicada en La Dehesa, fuera vendida en 2005 a un valor 3,5 veces mayor al que habría logrado antes de la modificación de la normativa.
A pesar de que la ex alcaldesa Elhers afirmó públicamente que Las Delicias seguiría funcionando, el hostigamiento arreció en 2006.

La persecución

Producto de la falta de ingresos, ese año la familia comenzó a realizar fiestas, primero con y luego sin alcohol. Y les fue bien. “En ese momento llegó por segunda vez la mujer corredora de propiedades. Ahora nos ofreció $700 millones por el terreno, señalando que sus clientes se encontraban muy interesados, pero de nuevo no quiso identificarlos. Le respondimos que no queríamos vender”, recuerda Carlos.
Ya a mediados de 2006, Carabineros se asomó con la intención de cursar infracciones. Santiago Hudson asistió personalmente esas noches para mostrar a los uniformados que Las Delicias contaba con la patente categoría O, destinada a “salones de baile y o discotecas”.
LND accedió a las mencionada patente que figura a nombre de “Carlos Echevarría Cordero, Las Delicias, Raúl Labbé 14998” válidas hasta el 31 de enero de 2008 para salones de baile y o discotecas.

Semanas después llegaron funcionarios municipales, quienes sí cursaron numerosas multas. Una de las mencionadas infracciones señala como causa la realización de “fiesta comercial y funcionar como discoteca sin contar con autorización municipal para este giro (número 03266)”.
Las Delicias no pagó y las multas se acumularon. El 15 de noviembre de 2007, el juez titular Gustavo Montero falló que se acreditaba que el restaurante contaba con patentes de restaurante comercial de alcohol, vigentes hasta fines de 2008, determinando “que el denunciado puede explotar el giro de discoteca”.

“Dos semanas más tarde llegó un abogado que en ese tiempo también me ayudaba con otra propuesta. Esta vez nos ofrecían $1.200 millones e identificó al oferente como Valle Escondido. Nos volvimos a negar”, cuenta Carlos.

Aunque la situación parecía zanjada, iniciado 2008 las multas continuaron. Los funcionarios municipales argumentaron que una parte de la construcción, realizada en 1985, no contaba con recepción final, lo que no le permitía seguir funcionando.

Aunque había presentado los planos con el fin de ser regularizados en 2003 -documentos que exhibió a LND-, la familia decidió no seguir con las fiestas. La intención de perjudicarlos era evidente. Mejor esperar el cambio de mando.

Muerte al restaurante

En noviembre de 2008, el RN Felipe Guevara resultó elegido como nuevo alcalde de Lo Barnechea. Es conocido como el delfín de Raúl Torrealba, alcalde de Vitacura y miembro del círculo de hierro de Sebastián Piñera. Con su arribo, Guevara trajo también a parte del polémico grupo de abogados de Vitacura que lideró el intento de cambio al plan regulador derrotado por una aplastante votación ciudadana el 15 de marzo de 2009.

Los dueños de Las Delicias esperaban que el trato municipal variara con la nueva administración. No sucedió. Por el contrario, las multas continuaron, centradas en que el estacionamiento, inmediatamente aledaño al restaurante, correspondía a un bandejón y no a una berma, lo que para Hudson es ridículo “ya que en toda la calle Raúl Labbé no existe un solo bandejón”.
Entre los meses de mayo y agosto de 2009, la municipalidad cursó más de noventa partes a los clientes del restaurante. En la primera visita realizada por LND, la mencionada franja aledaña al restaurante no contaba con ningún letrero que señalara la prohibición de aparcar. Luego de llamar al municipio para solicitar una entrevista y mencionarles este tema, el día viernes, luego de cuatro meses de multas, pusieron un letrero que se encuentra orientado en forma defectuosa.
Los propietarios de Las Delicias, junto a Santiago Hudson, solicitaron sin éxito cuatro reuniones con Guevara. El 3 de julio pasado fueron recibidos por el asesor jurídico Héctor Mery y el jefe de gabinete del alcalde, Baldo Violic, quienes les mencionaron que el caso se estudiaría.
Sin embargo, la decisión de no renovar la patente se había tomado un día antes, en sesión del concejo municipal a la que asistieron ambos. En dicha sesión, el alcalde Guevara afirmó que la situación de Las Delicias no se sometería a votación debido a que “más que un tema de estacionamientos o reclamos, la dificultad de ellos tiene que ver con el plan regulador comunal, que no les permite desarrollar esa actividad en ese lugar. O sea, no se trata de que ellos estén en falta respecto de su actividad, sino que están mal localizados desde el punto del plan regulador”.
De esta forma, el 31 de julio a Las Delicias no se le permitió renovar su patente de alcoholes. Si bien el alcalde Guevara no quiso dar una entrevista a este medio, envió un comunicado, donde señala que se valora la tradición chilena y la identidad criolla, pero que, además de la falta al plano regulador, “Las Delicias tiene ampliaciones que no han sido regularizadas (…) esto hace inviable el otorgamiento de una patente de alcoholes”.

En estricto rigor, ninguno de los dos argumentos enunciados son causal para la caducidad de la patente. La Ley Orgánica de Municipalidades en su artículo 63, letra Ñ, señala que este tipo de decisiones deben necesariamente pasar por el concejo. Respecto del plan regulador, Santiago Hudson explica que la ley es extremadamente clara respecto del derecho adquirido de quienes ya tienen una propiedad y que la normativa no opera de forma retroactiva. “Por ende, la municipalidad, mandatada yo no sé por quién, está actuando de manera ilegal. Y Valle Escondido se ve beneficiado”, sentencia.
Hoy los salones del restaurante lucen vacíos. El patriarca, Gonzalo Echevarría, padece una enfermedad terminal, pero, a pesar de que ha entrado a la UTI varias veces, sus hijos coinciden en que se niega a morir sin ver que su local sea dejado en paz.
No hay ningún automóvil estacionado en sus cercanías. Uno que otro cliente fiel, come una cazuela con pebre y una bebida. Nada de vino, nada de patentes y, por lo que dice el alcalde Guevara, muy pronto nada de Las Delicias.
La Nacion Domingo

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¡Piñera defiende a muerte derechos de los trabajadores!

La nacion domingo

Por Antonio Gil/Peso Pluma

“Él estaba echado hacia atrás, con la pierna extendida hacia el pasillo, Gina lo pasó a llevar por accidente, pero él reaccionó muy ofuscado: ‘¿Tú quieres pisarme? ¡Yo voy a enseñarte cómo se pisa!’, le dijo y le dio un tremendo pisotón. Gina quedó con dos falanges fracturadas. Estuvo un mes con licencia”, habría asegurado un empleado de Lan testigo del incidente.

“Hay que defender a muerte los derechos de los trabajadores, porque son lo más importante que tenemos”, declaró hace poco nuestro muy apreciado candidato Sebastián Piñera a un canal de televisión. Palabras sinceras que vienen a desmentir de plano el nauseabundo cúmulo de mitos urbanos tejidos respecto a un supuesto trato arrogante y tiránico que daría el abanderado de la justicia social a sus propios empleados. ¿Cómo es posible que alguien que llama a defender a muerte a los trabajadores haya, por ejemplo, tratado a la auxiliar de Lan Gina Ampuero (Q.E.P.D.) con la prepotente vulgaridad que se le imputa? “Él estaba echado hacia atrás, con la pierna extendida hacia el pasillo, Gina lo pasó a llevar por accidente, pero él reaccionó muy ofuscado: ‘¿Tú quieres pisarme? ¡Yo voy a enseñarte cómo se pisa!’, le dijo y le dio un tremendo pisotón. Gina quedó con dos falanges fracturadas. Estuvo un mes con licencia”, habría asegurado un empleado de Lan testigo del incidente. No podemos dar crédito a esa imagen entre pueril y neroniana de nuestro gentil y afectuoso postulante a La Moneda. Es una imagen grotesca que en caso alguno nos cuadra con sus sólidas convicciones ni con ese modo de ser cariñoso y protector que exhibe en los medios cuando anuncia un millón de nuevos empleos durante su eventual mandato. Tampoco podemos hacernos eco del testimonio que asegura que el acoso a la azafata continuó y que “su jefe la pesaba cada vez que iba a abordar, con el argumento de que su peso podía afectar la carga del avión. Poco tiempo después se suicidó”. Un desenlace horrendo sin duda, pero que sólo probaría la inestabilidad emocional de la aeromoza, su fragilidad y escasa capacidad para enfrentar el áspero mundo en que vivimos, el mismo en que Piñera es un ganador, un macho alfa, capaz de hacer frente a todas las adversidades y salir airoso con una sonrisa en sus labios y un micrófono en la mano a la manera de un Obama, como la promesa blanca de un Chile más justo y más solidario. Seguramente exageran los quejumbrosos empleados de Lan cuando aseguran que “la pega está siempre en riesgo y que no sabes cuándo te van a echar”. Piñera ha sido claro en su voluntad de defender la estabilidad laboral y de aumentar fuertemente las fuentes de trabajo y no tenemos por qué no creerle. Tampoco nos parece creíble un Piñera irrumpiendo ofuscado en la cabina del piloto gritándole “despega huevón” en medio de una espera técnica. El piloto habría expulsado al candidato del habitáculo para luego ser llamado, a su regreso, a dar explicaciones a la jefatura de la aerolínea. ¿Imagina alguien a Sebastián Piñera gritando “despega huevón” a Hinzpeter o a cualquiera de sus otros auxiliares, asistentes y subalternos políticos? No nos cabe en la cabeza que el bondadoso y desprendido hombre público use un lenguaje tan soez, ni que pierda el gobierno de sí mismo por unos minutos de atraso en un vuelo. En cualquier caso el programa del candidato aliancista es claro en lo que a defensa del trabajo se refiere: a) MODIFICAR el sistema de indemnización por años de servicios, por un mecanismo de pago a todo evento, EQUIVALENTE a 15 días por cada año de servicios. b) Banco de horas extraordinarias anuales, equivalente a trabajar en promedio una hora extra al día, lo que representa 290 horas extraordinarias al año. Como vemos, lo que Piñera quiso decir es “tenemos que defendernos a muerte de los derechos de los trabajadores”. Es casi lo mismo. //LND

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